Jesús Alberto Rubio
La producción de ostión japonés en México es una de las más importantes en el mundo, solamente superada por la de peces y crustáceos, la cual representa una actividad que genera importantes recursos alimenticios y económicos, afirmó Felipe de Jesús Reynaga Franco, egresado del posgrado en Biociencias del Departamento de Investigación Científica y Tecnológica de la Universidad de Sonora (Dictus).
El académico del Tecnológico Nacional de México, Campus Valle del Yaqui, e investigador nivel 1 en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), destacó que en nuestro país la producción de ostión japonés se realiza principalmente en el noroeste del país.
En entrevista, Reynaga Franco dijo que, a raíz de ese desarrollo productivo, decidió llevar a cabo su tesis de doctorado Evaluación de los factores críticos en la producción de semilla de ostión japonés Crassostrea gigas, que influyen en su desempeño biológico.
Precisó que en ese esfuerzo de investigación abordó el estudio de la semilla o postlarva de ostión, que representa el principal insumo en su producción en México y en cualquier país donde la especie ha sido introducida para su aprovechamiento acuícola.
“En esta región, los ostricultores reportaban que las semillas presentaban alta mortalidad, desarrollo tardío y enanismo, sin importar el criadero de procedencia, incluso que un mismo criadero producía lotes con diferente calidad, de ahí que para analizar esta situación se desarrolló el proyecto del cual proviene mi tesis doctoral”, indicó.
Felipe de Jesús Reynaga señaló que para identificar los factores que determinan la calidad de la semilla, en su estudio se analizaron los protocolos de los principales criaderos, la variabilidad genética de las semillas que producen, la prevalencia de patógenos y su desempeño biológico al ser cultivadas.
Con base en los resultados, dijo, se desarrolló un protocolo para evaluar la calidad de semillas de ostión Crassostrea gigas aplicable a cualquier criadero en el mundo.
Además de obtener el grado de doctor en Biociencias con mención honorífica, el 3 de julio de 2019, del desarrollo de la tesis se desprendieron cuatro artículos científicos y dos de divulgación, dijo. “Estos resultados no hubieran sido posibles sin la valiosa dirección de los profesores de la Universidad de Sonora, mi codirector de tesis José Manuel Grijalva Chon, Reina Castro Longoria y Ramón Barraza Guardado, así como mi codirector externo Jorge Chávez Villalba y José Alfredo Arreola Lizárraga, del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor), Unidad Guaymas. A ellos y al Posgrado en Biociencias mi reconocimiento y agradecimiento”, expresó.
Impacto positivo en su formación
Reynaga Franco también hizo ver la coincidencia de su formación disciplinar con su trabajo y desarrollo profesional.
“La naturaleza multidisciplinaria del Posgrado en Biociencias y el excelente grupo de académicos que participó en mi formación, impactaron positiva y significativamente mi desarrollo profesional”, dijo, dando a conocer que actualmente realiza colaboraciones con otras universidades en temas diversos en las ciencias biológicas, “esto, en gran parte por la calidad de la formación que recibí durante mis estudios doctorales”.
Calificó de sobresaliente la infraestructura con la que cuenta el Laboratorio de Ecología Molecular, en el cual realizó los análisis correspondientes a su tesis. El entrenamiento en el uso de las técnicas y equipos con los que cuenta añadió, le han permitido desarrollar habilidades técnicas indispensables en las actividades que hoy realiza.
En su trabajo docente, indicó que desarrolló funciones dentro del programa de la Licenciatura en Biología, así como en proyectos de investigación en el área de acuacultura.
“Estoy muy orgulloso de pertenecer a un instituto con una amplia tradición y éxito en el valle del Yaqui; en lo personal siento un compromiso mayor, ya que egresé de esta casa de estudios y guardo muy gratos recuerdos de mi estancia aquí”, y hoy, gracias a mis estudios en el Posgrado en Biociencias, tengo la posibilidad de colaborar con la excelente plantilla docente y administrativa que conforma el Instituto”, sostuvo.
Destacó que derivado de las actividades de docencia y producción científica obtuvo la distinción como investigador nacional.
Respecto a si aplica los conocimientos del aula en su desarrollo profesional, indicó que, de su estancia en el posgrado, uno de los aspectos más enriquecedores fue la convivencia con los investigadores del Dictus, ya sea en las aulas como estudiante de sus diversas cátedras o en los seminarios departamentales.
“Además de los conocimientos técnicos, aprendí de ellos el compromiso que representa la formación académica de los futuros profesionistas, la apertura al intercambio de ideas y la ética en el ejercicio de la actividad científica, intento cada día replicar en mi trabajo estos valores y transmitir a mis estudiantes el deseo por conocer más en el maravilloso campo de las ciencias biológicas”.
Como conclusión, afirmó que su paso por el Posgrado en Biociencias contribuyó a su desarrollo profesional al encontrar y desarrollar habilidades que hoy aplica en su área laboral y personal.