Egresado de Maestría en Biociencias estudió la variabilidad genética de codorniz Moctezuma

Luis Mendoza

“Al ser la codorniz Moctezuma un ave terrestre que es objeto de la cacería en Estados Unidos (Arizona, Nuevo México y Texas) es importante conocer la genética de estas poblaciones para trabajar en el manejo de la especie”, reveló Eduardo Sánchez Murrieta, egresado de la Maestría en Biociencias del Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad de Sonora (Dictus).

La codorniz Moctezuma (Cyrtonyx montezumae), también conocida como codorniz arlequín, habita lomeríos con presencia de distintas especies arbóreas, principalmente encino; la existencia de una abundante cobertura de pastizales y arbustos es un factor determinante en la presencia de la especie, la cual se distribuye a través de toda la Sierra Madre Occidental, desde el sur de Arizona, Nuevo México y Texas, en Estados Unidos, hasta Oaxaca y el centro de México.

En Nuevo México y Texas, la codorniz Moctezuma posee un patrón de distribución fragmentado en parches, separado espacialmente del resto del rango de distribución de la especie.

Con el objetivo de indagar sobre el estado de la genética de esta ave terrestre, Sánchez Murrieta desarrolló la investigación titulada Variabilidad y estructura genética en poblaciones de la codorniz Moctezuma en el límite norte de su distribución, con la cual obtuvo su grado académico en el año 2020.

“En especies que son objetos de cacería se busca que tengan una variedad genética alta, pues al estar siendo impactadas por la caza, pueden disminuir las poblaciones drásticamente; ello ocasionaría que hubiera una reducción de la variedad genética, lo que a largo o mediano plazo pondría en riesgo la especie; dentro de la norma, la codorniz se encuentra sujeta a protección especial”, explicó.

Comentó que la codorniz Moctezuma resulta atractiva para la cacería al tener un plumaje que se confunde con la hojarasca, piedras y arbustos, lo que hace difícil ubicarlas a simple vista; para ello se utilizan perros entrenados para encontrarlas, los cuales rastrean el olor, y una vez que encuentran a la codorniz se detienen señalándola para que el cazador la ultime con la escopeta.

Relató que en Estados Unidos la caza de codorniz es legal y existen puntos de revisión para los cazadores, donde se contabilizan las codornices cazadas para un mejor control; además, se les escinden las alas, que son enviadas a centros de investigación para hacer análisis genéticos.

Análisis genéticos y resultados en laboratorios del Dictus

Para el desarrollo de la investigación se utilizaron los Laboratorios de Ecología Molecular del Dictus, donde se analizaron muestras provenientes de la cacería legal en Nuevo México, Arizona y Texas; “ahí se tuvieron las alas congeladas, después se tomó el tejido y las preservamos en alcohol para luego aplicar un tratamiento y extraer el ADN, y posteriormente se hicieron los análisis genéticos”, indicó.

Destacó que entre los hallazgos se concluyó que la distribución espacial de la variabilidad genética es influenciada por distintos factores, tales como el rango de distribución de la especie, la capacidad de dispersión, el sistema de apareamiento y migración, entre otros. Una baja tasa de migración entre las poblaciones de una especie puede ocasionar una disminución de la variación genética.

“A pesar de estar diferenciadas entre sí, el análisis de asignación bayesiana sugiere la mezcla de los individuos entre las poblaciones, lo que puede ser un indicador de que existe migración entre ellas, especialmente entre las poblaciones de Nuevo México y Arizona”, señaló.

Agregó que, las proyecciones climáticas indican un aumento en las condiciones de aridez en esta región, especialmente en las zonas de climas templados, como lo son los ecosistemas de encinares abiertos a donde ocurre la especie. En este escenario, es posible que desaparezcan las zonas que pueden estar funcionando como corredores entre las poblaciones, ocasionando así un mayor aislamiento de la población de codornices.

Entre las instituciones y personas que aportan recursos financieros para éste y otros proyectos de investigación sobre la codorniz Moctezuma están Arizona Quail Alliance, New Mexico Quail, Southern Arizona, Quail Forever, Texas Parks and Wildlife Department, Timken Foundation, Pheasants Forever , Angel B. Montoya (United States Fish and Wildlife Service) y Robert Perez (Texas Parks and Wildife Department).